Hilos Tensores Faciales
Los Hilos Tensores de Polidioxanona (PDO) son un nuevo tratamiento de rejuvenecimiento facial para combatir la flacidez de la piel del rostro y el cuello. A diferencia de anteriores técnicas de hilos tensores en la cara, como los hilos de oro (popularmente conocidos como «hilos rusos») e «hilos brasileños», los Hilos Tensores de PDO se aplican rápidamente y sin necesidad de hacer ni incisiones ni suturas, en una única sesión de unos 30 minutos.
Se utilizan hilos de sutura de polidioxanona, un material médico que lleva años siendo utilizado en cirugía cardiaca y oftalmológica, biocompatible y reabsorbible. Estos hilos se insertan en la dermis, y su presencia induce una fibrosis o formación de colágeno a su alrededor, que tensa y reafirma la piel, proporcionando un discreto «efecto lífting». Los hilos de PDO se reabsorben a los 6 o 7 meses, pero las fibras de colágeno permanecen más tiempo, por lo que su efecto tensor suele durar de año a año y medio.
Está indicado para los primeros signos de flacidez, descolgamiento de la piel o pérdida del óvalo de la cara, así como en personas que, por su edad, tienen una menor capacidad de regenerar los tejidos de soporte de la piel.
Las zonas de implantación son la frente, las mejillas, el arco mandibular, el cuello…
Entre las ventajas de este nuevo sistema de hilos tensores reabsorbibles están:
- No dar lugar a desgarros, cicatrices, complicaciones o alergias.
- No añadir volumen a la piel.
- Poder reforzar los resultados observados con sesiones adicionales.
- Ser compatible con otros tratamientos estéticos.
- Poder repetir el tratamiento en la misma zona, una vez haya perdido efecto con el paso del tiempo.
Señalar que los hilos faciales no sustituyen al Lífting tradicional, pero sus efectos preventivos y reparadores de la flacidez ayudan a retrasar durante años la necesidad de un Lífting quirúrgico.
Tratamiento
Antes de la colocación de los Hilos Tensores, se realiza una limpieza de la piel para eliminar sus impurezas. Tras aplicar un antiséptico, se dibuja con lápiz dermográfico una serie de líneas que servirán de guía para la introducción de los hilos. Los Hilos Tensores se colocan mediante agujas muy finas, de diferentes longitudes según el largo de cada hilo a insertar. El hilo se tensa por el mero hecho de retirar la aguja, sin necesidad de ningún anclaje.
Tras la sesión, el paciente puede reincorporarse a su vida normal de inmediato. Los efectos secundarios del tratamiento son mínimos: edema, enrojecimiento o algún hematoma, que desaparecen en horas o en pocos días.
El número de hilos a insertar variará en función de la situación basal del paciente, del grado de flacidez de la piel, y la extensión del área a tratar, así como de la respuesta parcial al tratamiento. Cada caso debe ser valorado de forma individual.
Resultados
Los efectos de los Hilos Tensores empiezan a hacerse visibles al primer mes, alcanzando su plenitud a los tres meses del tratamiento, y manteniéndose aproximadamente entre 12 y 18 meses en función de la edad, estado físico y hábitos de salud de cada paciente.
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