Recientemente ha sido publicado un estudio científico en la Revista Iberolatinoamericana de Cirugía Plástica que resuelve uno de los Santos Griales de la profesión: cómo determinar el tipo de implante a utilizar en función de la talla de sujetador que desearía alcanzar una paciente de cirugía de Aumento de Pecho.
A menudo, cuando os presentáis ante el cirujano plástico, le expresáis vuestros deseos en términos de talla: “Doctor, quiero una talla 100”. Esta habría de ser la situación ideal, pues la talla es una medida clara e inequívoca. Sin embargo, hasta ahora no había una fórmula que, a partir de la talla y medidas corporales iniciales de la paciente, relacionase de forma sencilla la talla de sujetador a alcanzar con el modelo y tamaño del implante a colocar.
Los doctores Amorrortu, González de Vicente,y Folch de la Clínica Dual; González Martínez de la Clínica Dr. González; y el Prof. Folch del I.F.P. Tierno Galván, han sido los pioneros en este avance técnico. Estudiando un centenar de pacientes, partieron de las preguntas fundamentales que se producen en la consulta:
- ¿Qué contorno y copa de sujetador usa?
- ¿Qué contorno y copa de sujetador quiere usar?
Lo primero que pensaréis es cómo va a funcionar este sistema con las variaciones y estilos que encontramos en las prendas íntimas. Lo cierto es que, a pesar de la variedad, los fabricantes han ido logrando unificar el sistema de tallas en términos de contorno y copa. Y, por supuesto, el cirujano comprobará que el sujetador que usa su paciente mida realmente lo que ésta le dice.
Obviamente, la fórmula relaciona los datos de talla con otros que el médico habitualmente comprueba, como el contorno torácico-mamario; la proyección, diámetro y contorno de la mama; y las medidas y volúmenes de las prótesis mamarias que se fabrican hoy día. Es un sistema sofisticado, cuya intención es hacer las cosas más simples en la comunicación entre vosotras y vuestros cirujanos.
Una de las virtudes del estudio que han hecho estos doctores es su carácter práctico: por ejemplo, se tiene en cuenta si la mujer tiene un conocimiento agudo del sistema de tallas o no. Decir con exactitud “quiero una talla 90 C” o decir de forma general “quiero una 100”, en términos de volumen mamario, es decir lo mismo. Esta clase de salvedades está tenida en cuenta. También hay que decir que su fórmula está matizada por la observación psicológica fruto del trato con tantas pacientes de aumento de pecho: a veces hay una cierta distancia entre lo que una mujer dice que quiere y lo que desea realmente, que con la experiencia el doctor aprende a apreciar.