Aumento de senos clinicadual

Como ya sabréis si habéis visto nuestro vídeo sobre el aumento de mamas, el cirujano dispone de diferentes tipos de implantes entre los que escoger cuál es el más adecuado para su paciente. Uno de los criterios es el de la forma: los implantes pueden ser redondos y simétricos, o pueden tener una forma a modo de lágrima, que se ciñe más al aspecto natural de un pecho.

La diferencia más importante entre los dos es que, en un implante redondo, la zona de mayor proyección está en su centro, mientras que en un implante anatómico se encuentra más abajo, entre el segundo y tercer tercio. Al colocar el implante, ésta ha de coincidir con el punto de mayor proyección del pecho, que es el pezón. De no ser así se produciría un resultado poco natural y alejado de la figura femenina ideal.

Un inconveniente de las prótesis anatómicas es la posibilidad de que se giren (sucede entre un 5 y un 14 por ciento de los casos). La rotación del implante crea una impresión de anormalidad claramente visible, especialmente en caso de colocación subglandular, y para solucionarla es necesaria una cirugía de senos. Otro inconveniente es su mayor coste pues, en comparación, la fabricación de las prótesis redondas es más sencilla y económica.

Como os decíamos, la ventaja de las prótesis anatómicas es que se acercan más a la forma de un pecho ideal y, por tanto, proporcionan un resultado visual más acertado, pero, ¿es eso siempre así?

Doctores del IMED de Valencia acaban de presentar un estudio demostrando que, en determinados casos, no se nota la diferencia en aumentos de pecho en los siguientes casos:

  1. Si el implante se coloca debajo del músculo.
  2. Si su volumen no supera los 340 centímetros cúbicos.
  3. Si la distancia entre el pezón y el pliegue inferior de la mama de la paciente es igual o mayor que 4 centímetros.

Para comprobar el estudio, utilizaron fotografías de antes y después de un aumento de senos de pacientes con estas características y las mostraron a profesionales del sector de ambos sexos, tanto cirujanos como enfermeros. Estos tenían que adivinar qué tipo de implante se había colocado a cada paciente.

El resultado es que, en general, estos profesionales acertaron sólo la mitad de las veces, tan sólo un poquito más los cirujanos, cosa que podría ser atribuible a la coincidencia de criterio para decidir qué clase de implante habrían colocado ellos al ver las fotos de antes de la operación de senos.

Esto coincide con estudios anteriores, que mostraban que no había diferencia en los resultados estéticos o en la satisfacción de la paciente, pero que no eran tan estadísticamente rigurosos.

¿Cuál es la conclusión?

Para estos doctores, en cirugías de senos que cumplen esas condiciones no merece la pena utilizar una prótesis anatómica, que es más cara que la redonda y supone un cierto riesgo de rotación.

¿Significa eso que la prótesis anatómica ha de ser descartada por sistema?

No necesariamente. Este mismo estudio señala la necesidad de hacer la prueba con imágenes de pacientes con prótesis de mayor volumen y en colocaciones diferentes a la submúscular (es decir, las subglandulares y subfasciales).

Además, estas conclusiones serían una guía general. Cada paciente es un mundo y el cirujano ha de decidir en base a más parámetros que los señalados, como la anatomía de la caja torácica y otras características de sus senos.

Podéis leer el estudio (en inglés) aquí: Comparing Round and Anatomically Shaped Implants in Augmentation Mammaplasty: The Experts Ability to Differentiate the Type of Implant.

Para más información sobre el aumento de senos puedes leerte los siguientes artículos: “Consejos para el postoperatorio del aumento de pechos“, “Preguntas frecuentes sobre el aumento de pechos” y “¿En qué consiste la cirugía de Aumento de Pechos”.

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