La blefaroplastia permite tener una mirada rejuvenecida y revitalizada.
La blefaroplastia es una cirugía sencilla y con efectos casi inmediatos.
No hay nada que aporte más luz al rostro que una mirada despejada. Sabemos que a través de la mirada es como conectamos con los demás y expresamos nuestras emociones. De ahí que tener un rostro cansado y desvitalizado nos haga sentir incomodidad. Y la blefaroplastia nos permite tener una mirada rejuvenecida y revitalizada.
La blefaroplastia es una cirugía médico-estética que corrige la caída natural que, con el tiempo, se produce en el tejido que rodea al ojo. Con esta técnica se elimina tanto el exceso de piel en párpados caídos como la aparición de bolsas en el párpado inferior.
Ya sea por causas genéticas o porque el paso del tiempo ha ido dejando su huella, lo cierto es que la piel de esta zona es mucho más fina que la del resto de la cara. Y es la primera donde se dejan ver los efectos del paso de los años.
Además, con el uso diario de mascarillas la mirada cobra hoy en día aún más protagonismo. Por ese motivo
la blefaroplastia es, en la actualidad, uno de los tratamientos más demandados tanto por hombres como por mujeres.
¿Qué beneficios aporta esta cirugía?
- Eleva los párpados caídos despejando y ampliando el marco de la mirada.
- Revitaliza una mirada congestionada y apagada.
- Elimina las molestas bolsas y cantos oculares que se forman alrededor de los ojos.
- Borra los surcos y arrugas, comúnmente conocidos como ojeras, iluminando la mirada.
¿En qué consiste la intervención? Se trata de una intervención sencilla y rápida. En el caso del párpado superior, se realizan unas incisiones en los pliegues naturales de la piel. Eso permite retirar de forma cómoda, y con resultados muy satisfactorios, el exceso de tejido evitando dejar marcas en la zona intervenida.
En cuanto al párpado inferior, existen dos modalidades. La vía interna consiste en una pequeña incisión en la parte interior del párpado. Y se extrae la grasa a través de la membrana conjuntiva. Se trata de un tejido que cicatriza por sí mismo no requiere sutura. Y no deja ningún tipo de marca visible. La vía externa se centra en una pequeña incisión bajo las pestañas a través de la que se extrae el exceso de grasa, cerrándose con una fina sutura que ayudará a tensar la piel de la zona intervenida.
La duración de la cirugía suele ser de una a dos horas. Y una vez finalizada la cirugía el paciente deberá permanecer ingresado entre 2h y 4h.
Durante el postoperatorio síntomas como visión borrosa, ojos llorosos, sensibilidad a la luz o tener la zona de los ojos inflamada son totalmente normales. Y para las molestias ocasionadas por la hinchazón el cirujano recetará analgésicos y antiinflamatorios. Además de dar unas indicaciones para la higiene de la zona de los ojos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que debido a la tirantez de los primeros días es posible que haya dificultad para cerrar completamente los párpados durante el sueño. Y aunque el paciente no queda incapacitado en ningún momento se necesitarán entre 4 y 5 días para reincorporarse a la vida normal.
Se trata en definitiva de un tratamiento sencillo. Con efectos casi inmediatos y que ofrece unos resultados muy satisfactorios ya que no solo ayuda al rejuvenecimiento facial aumentando directamente el nivel de autoestima y la calidad de vida del paciente, sino que además se obtiene una mejora en el campo visual.
Sea cual sea tu caso, te recomendamos acudir a profesionales de confianza para solicitar una valoración. En Clínica Dual nuestro equipo de profesionales te dará toda la información que necesites acerca del tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades. Llámanos y te atenderemos sin ningún compromiso.